A causa del estreno de la película las ventas se han reactivado y durante unos días he vuelto a ver gente por la calle con el libro en la mano.
Durante el otoño del 2003 empezaba un fenómeno espectacular dentro del mundo del libro. Las crecientes ventas no eran provocadas por ninguna campaña de marketing especialmente importante, ni por un lanzamiento distinto a cualquier otro, ni tan sólo existían recomendaciones de los libreros hacia la novela. El origen de toda la movida posterior nació del ansiado, buscado, anhelado y codiciado fenómeno del boca a boca : el más formidable medio de promoción. Se han podido escuchar voces quejosas diciendo que la editorial había creado una gran campaña publicitaria que, dependiendo de quién lo dijera, engañaba o seducía a los compradores. Nada más lejos de la realidad. El libro se fue convirtiendo en un auténtico fenómeno popular que provocaba, y aún lo hace, que muchísima gente que, normalmente, no entraban en librerías lo leyeran, recomendaran y regalaran con entusiasmo.
Así como los libros de Harry Potter han aumentado los anoréxicos índices de lectura adolescentes, "El código..." ha provocado un aumento del número de lectores. Seguramente de manera transitória, pero si hay un porcentaje, por pequeño que sea, que le ha perdido el miedo a los libros y ha continuado pidiendo consejo en alguna librería, bienvenido sea.
Muchos lectores habituales también la hemos leído y no por eso hemos dejado de leer otros de más o menos nivel literario. Durante la lectura de "París no se acaba nunca" y de "Veinte años y un día" intercalé "El código..." con gran placer y sin que me provocara ningún problema extraño.
¿Motivos de su enorme éxito? Imposible saberlo, pero sí que podrían apuntarse unas reflexiones:
- Un gran acierto sería la manera de estructurar la trama. Va resolviendo situaciones de manera progresiva, a la vez que propone nuevas incógnitas para atraparte con nuevos enigmas. Ha trasladado con inteligencia el clásico juego infantil de "En busca del tesoro" al argumento de un libro.
- Que la iglésia católica oficial haya arremetido contra la novela con inusitada dureza ha provocado que las ganas de leerla (y las ventas) se dispararan.
- Engancha. Te cuenta una historia de manera sencilla, que no simple, y consigue mantenerte atrapado hasta el final. Es muy eficaz.
- Los hechos relacionados con la cultura popular religiosa se ven con otra luz, desde otra perspectiva que, aunque fantasiosa, cautivan a los lectores. Éste, creo, es el punto clave, el que más ha hecho por el éxito de la novela.
Infinidad de críticos literarios y letraheridos la han puesto de vuelta y media, pero, al fin y al cabo, no hay que ponerse tan nervioso, solo és una novela muy entretenida. No sé que hay de malo en ello, ¿o, quizás, es malo que venda tanto?
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